László Krasznahorkai y el fin del mundo en cámara lenta

El recién galardonado Premio Nobel de Literatura 2025, László Krasznahorkai, no solo ha transformado la novela contemporánea con su estilo torrencial y apocalíptico; también ha dejado una huella indeleble en el cine.
Sus textos —laberínticos, visionarios, saturados de tiempo— dieron origen a algunas de las películas más hipnóticas y radicales del siglo XX, todas ellas en colaboración con el director Béla Tarr y la editora y codirectora Ágnes Hranitzky.
En la pantalla, el universo de Krasznahorkai se vuelve movimiento:
en Damnation (1988), la desesperanza amorosa se disuelve bajo una lluvia interminable;
en Sátántangó (1994), una comunidad rural espera en vano la salvación de un falso profeta;
en Werckmeister Harmonies (2000), una ballena disecada anuncia el caos en un pueblo que pierde el sentido del orden;
en The Man from London (2007), la culpa corroe a un vigilante portuario que encuentra una maleta llena de dinero;
y en The Turin Horse (2011), el mundo se apaga lentamente junto a un hombre, su hija y un caballo.
Cada filme, construido con planos secuencia casi eternos y una estética en blanco y negro, revela lo que Tarr llama “la lentitud esencial del alma humana”. Pero detrás de esa visión visual y filosófica hay un trabajo conjunto:
Krasznahorkai pone el verbo y la desolación, Tarr la imagen y el tiempo, y Hranitzky el pulso interno que convierte la repetición en música.
Juntos filmaron no solo historias, sino la caída del mundo. Si nunca has visto una película de este trío, quizás ahora —tras el Nobel— sea el momento perfecto para entrar en su universo oscuro y luminoso.
Y si ya lo hiciste, queremos saberlo:
¿Cuál de las películas de László Krasznahorkai y Béla Tarr viste primero —y cuál te dejó mirando el vacío más tiempo?
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