Por: Gustavo Bravo Govea
Fotos: Javier Navarrete

El sábado 23 de agosto, en el Foro Cultural Efrén Rebolledo de Pachuca, tuvo lugar la charla “Entre lo muxe y lo cuir” de Nelson Morales, reconocido artista visual especializado en temas de diversidad sexual, identidad y cultura muxe, con 15 años de trayectoria. Muchas de sus imágenes pueden ser inspiradoras, retadoras, sensuales y hasta provocadoras, pero también tienen un discurso político: “no más odio, no más transfeminicidios, hacia nuestras comunidades, y la promoción del respeto y la inclusión.”
Morales es originario de Unión Hidalgo, Oaxaca, donde se cree que el destino de los homosexuales es convertirse en muxe. Se piensa que el término proviene de la palabra española mujer y se utiliza para referirse a un hombre que asume roles femeninos dentro de la cultura zapoteca del Istmo de Tehuantepec. En su charla, Nelson mencionó que ser muxe se considera una bendición, porque es quien cuida a la familia, desempeña labores importantes dentro de la sociedad y forma parte tanto del círculo femenino como del masculino, es decir, se sitúa en medio de ambos.
Nelson explicó que no se sabe con certeza cuándo comenzó esta tradición, aunque se dice que desde tiempos ancestrales ya existía un personaje que llamaba la atención por su manera femenina de ser y de actuar. También relató que, cuando un hijo es diferente, es la madre quien lo defiende del machismo e incluso de su propia familia. Se cuenta que ella es la primera en regalarle un vestido al niño con modales femeninos, y a partir de ese momento la mamá ya sabe cómo será su hijo, permitiéndole ser libre de expresar su femineidad y su sexualidad. Por ello, para Nelson, la madre es el origen de la cultura muxe.
En su caso, su propia madre no quería que él se convirtiera en muxe, a pesar de que ella ya sabía de su orientación. Por lo mismo, Nelson creció con rechazo hacia ellas por temor a convertirse en una. Lo que no imaginó fue que la fotografía lo ayudaría a acercarse a las muxes y a abrirse como persona.

Nelson Morales empezó a tomar este tipo de fotografías tras concluir la carrera de Ciencias de la Comunicación y regresar a su pueblo. Allí le pidieron que fotografiara un concurso de belleza muxe. Él accedió de mala gana porque, en sus propias palabras, pensaba que “se le iba a pegar la pluma en la lentejuela”, como si mientras más se juntara con muxes más muxe se iba a volver. Sin embargo, para su sorpresa las fotos salieron muy bonitas, gracias a que trató de imitar el estilo de maestros de la fotografía en México como Tina Modotti y Graciela Iturbide. Más tarde decidió enviarlas a un concurso internacional, en el que fue seleccionado entre miles de aspirantes de todo el mundo. No obstante, en ese momento trabajaba en plantas petroleras en Ciudad del Carmen, Campeche, y no pudo asistir a la exhibición. Al ver publicadas sus fotos, optó por dejar su empleo y perseguir su sueño de la infancia de convertirse en artista.
Para su formación, tomó diversos cursos y talleres. Uno de ellos en Oaxaca con Antoine D’Agata, fotógrafo francés para él que tenía que presentar cuando menos quince fotos en cada sesión. Para ese proyecto decidió retratar a muxes que se dedicaban al trabajo sexual. Mientras las observaba preparándose, ocurrió algo importante y mágico dentro de su proceso creativo: le surgió la inquietud de maquillarse y vestirse como una de ellas. A partir de ese momento comenzó a realizar autorretratos, indagando en su sexualidad, su feminidad y su dualidad como muxe.
Comentó que, en un principio, su trabajo era censurado con frecuencia, sobre todo por las instituciones a las que incomodaba. En ese entonces él mismo procuraba que sus imágenes no fueran demasiado fuertes, sino más bien complacientes, debido a sus propias inseguridades. Con el tiempo, fue ganando confianza y creyó más en sus habilidades. Afirmó que lo importante para un artista es no autocensurarse, ni permitir que lo censuren y que lo que tenga que decir lo diga de la manera que él piensa que es, no de otra.

Morales también señaló que a él le gustaría que, a través de sus imágenes, la gente vea que existen diferentes formas de vida a las que estamos acostumbrados y que debemos respetarlas, ser más abiertos, más receptivos y empáticos. No tolerantes porque considera que eso nos condiciona. Asimismo, subrayó que es importante cuando a alguien le llega el mensaje, de manera que se cuestiona a sí mismo sobre su vida, sobre su propia sexualidad, y que esto le abra otras posibilidades que existen.
Por último, mandó el siguiente mensaje a las nuevas generaciones muxes y LGBT: “Tienen el gran reto de continuar con lo que muchos activistas y artistas han trabajado por nosotros, y de promover esa libertad que todos debemos de tener, especialmente porque parece que hay un retroceso porque aún existen políticas y discursos de odio. Parte de la obra de Nelson Morales se exhibirá en el Foro Cultural Efrén Rebolledo, junto con el de otros 19 artistas de la comunidad LGBT, durante todo el mes de septiembre, como parte de la exposición “Diversidad, Orgullo y Resistencia” del colectivo Colores sin censura.